¡POR FAVOR, ATAQUEN A CAICEDO! Por: Diego Angulo.

Carlos Caicedo desde sus inicios en las lides estudiantiles se caracterizó por ser un hombre de avanzada, jamás sucumbió ante las miradas retrogradas e intolerantes de algunos profesores que indicaban con desaprobación su ímpetu brioso de justicia social, tampoco lo hizo en su paso por los movimientos insurreccionales donde fue capaz de ejercer la autocrítica y considerar la democracia como el camino indicado para romper con las brechas sociales.

Luego de su candidatura al concejo, ejerció esa misma mirada en una administración departamental, que le ofreció el chicharrón más grande, el karma que nadie quería coger, la vaca que estaba exprimida, como era la Universidad del Magdalena, fue capaz de transformar la edificación vetusta en un campus Universitario, multiplicando su presupuesto, diversificando las carreras y generando una proyección inédita para una casa de estudios en la región caribe.

Ningún hombre exitoso puede escapar de tener enemigos, ellos quienes al despertar y darse cuenta de que el chicharrón se convertía en un centro de pensamiento y en un semillero de mujeres y hombres críticos, comenzaron a vilipendiar, mancillar y difamar a Caicedo, acusaciones fueron y vinieron, decisiones polémicas que hacían notar la parcialidad de operadores jurídicos lo llevaron a pasar varios años en una prisión sin haber sido vencido en juicio.

Caicedo aprovecho la reclusión, para fortalecer su convicción profunda en la transformación del país, la búsqueda de la democracia y los fundamentos de un proceso político y social que es lo que hoy se denomina: -Fuerza Ciudadana-, es decir, atacaron a Caicedo y fue capaz de convertir a la cárcel en una trinchera democrática, que lo consolido como un referente social y político en Santa Marta.

Cuando sale de prisión, se encuentra con un estudiantado que lejos de acusarlo por las falacias sobre canonjías impúdicas o de hechos luctuosos en asocio con paramilitares que siempre ha combatido y rechazado, esfuerzos de calumniarlo de los referentes del viejo poder que no ahorra en contrasentidos para descalificarlo; ese estudiantado lo propone como alcalde de Santa Marta.

el país vio un hombre que conocía a la Colombia profunda, proveía soluciones para la pobreza estructural, innovaba con la propuesta de una Colombia federal, impactaba por su claridad conceptual y su discurso persuasivo

Titánica empresa, épica gesta, locura diametral, no obstante, con esfuerzo, dedicación y organización, se llegó a la alcaldía de Santa Marta, por primera vez en su historia, esa ciudad vio un nuevo aire, construcción de infraestructura, proyección de ciudad región, relanzamiento de su internacionalización, mejora en índices de calidad de vida, pilares de revolución educativa y atención a la salud, fomento del emprendimiento, no era para menos, volvieron los ataques, las denuncias, las demandas, las descalificaciones, los viejos refritos, sin embargo; un estudiante de origen popular de esos que descartan los de siempre, de los destinados a estar siempre por debajo de la línea de la pobreza, fue su reemplazo en la alcaldía.

Caicedo sale de la alcaldía, con un gran acumulado por primera vez en la historia un movimiento alternativo no solo ganaba la alcaldía de la ciudad donde Bolívar dio su último aliento, sino que también la repetía, su visibilización nacional le dio para competir en una precandidatura presidencial donde el país vio un hombre que conocía a la Colombia profunda, proveía soluciones para la pobreza estructural, innovaba con la propuesta de una Colombia federal, impactaba por su claridad conceptual y su discurso persuasivo, además que tenía el carácter y la entereza para fijar posiciones de unidad y respeto, que es la herencia recibida en su formación caribe y revolucionaria.

A pesar, de no haber llegado a ganar la candidatura, ni aún su competidor la presidencia, se dejó una semilla que el país tiene en el radar; los acumulados permitieron que su aliada y amiga desde tiempos universitarios, fuera la tercera persona elegida de manera consecutiva en la alcaldía de Santa Marta por parte de ese movimiento, mientras tanto él, disputo la Gobernación del Magdalena, si pensar en Santa Marta era una locura más todo el Magdalena, donde los grandes caciques y clanes políticos están acostumbrados a “aceitar la maquinaria” que no es otra cosa que pesar las necesidades de la gente con mercados, dinero y ofrecimientos que agreden la condición humana, así habían ganado todo. Oh, sorpresa, Caicedo les gano con una abrumadora e indiscutible mayoría.

En resumen, un hombre que ha sido Rector de la Universidad del Magdalena, Alcalde de Santa Marta, Gobernador del Magdalena, se convierte en un peligroso e inminente referente de que, así como una Universidad, una ciudad y un departamento, cambian, el país lo puede hacer, es hora de atacarlo, de cercenarlo, de acorralarlo, pero como siempre buscan un fin y producen lo contrario.

Caicedo, que está acostumbrado a navegar con la dificultad

Diariamente bodegas bien pagadas por los de siempre, lanzan calumnian en redes sociales, a una hora es paramilitar, a otra guerrillero, después castro-chavista, él es de todo como en botica; semanalmente los poderes nacionales aliados con los clanes de siempre, le realizan una afrenta o desplante a la ciudad o al departamento, pensando que tontamente lo afectan a él, cuando es a todos los ciudadanos, seguidamente, denuncias, demandas y quejas de todos los niveles en organismos de control para intentar debilitarlo y desconcentrar su energía.

Caicedo, que está acostumbrado a navegar con la dificultad, que en menos de un mes, tuvo que ver partir a su madre y a su padre, como siempre se levantó con una entereza encomiable, y se dedicó a consolidar la revolución educativa del Magdalena, trazar la ruta de un plan de vacunación exitoso ante la reducción cizañosa del poder central, combatir la pobreza y el desempleo, en síntesis a seguir generado efectos demostración que muestren como se administran los recursos públicos de manera eficaz y efectiva.

Caicedo, se prepara para mostrar como un hombre de un colegio público, de una universidad pública, que viene con éxito de lo público, puede representar a los desposeídos, a los descartados, a quienes no han tenido voz, las minorías los sectores sociales y la Colombia entera que debe ser incluida.

Sigan atacando a Carlos Caicedo y encontrarán a un hombre que navega sobre las dificultades siempre exitoso en lograr lo que se propone y quien es capaz de cambiar la historia.