Por: María Sierra Buelvas.
La academia no siempre ha sido la base que acompaña a los procesos sociales para el desarrollo de las comunidades, es común que en la historia se destaquen las situaciones en donde los saberes colectivos fueron reconocidos por la academia posterior a procesos en donde se reivindicó la relevancia de ciertos sucesos con la forma de percibir e interpretar la realidad.
Lo descrito por Galeano (1971) en las Venas Abiertas de América Latina, por ejemplo, cuando habla de que los saberes ancestrales fueron menospreciados por los tecnicismos que venían heredados de Europa a través de la conquista de los territorios americanos, el trabajo que se ha tenido que realizar para que esos saberes sean rescatados es sobre todo de reconstrucción de los hechos junto a las comunidades con las que se trata de rescatar la identidad de las tribus indígenas y demás que ya habitaban el territorio americano, se estudian nuevamente los acontecimientos y esta vez desde una perspectiva más abierta hacia el saber popular y la importancia de resaltar aquello que ya existía antes de ser permeado por las formas del conocimiento de otro continente.
Resalto en nuestro medio el relato que hace Negrete (2008) del trabajo de Fals Borda con campesinos y comunidad de Montería en Córdoba, Colombia, en donde facilita los medios para realizar los inicios de la investigación acción participativa en ese municipio; es clave destacar el protagonismo que permitió a la comunidad, en donde hubo la oportunidad de que desde cada sector se expusieran las opiniones, los relatos, sentimientos y críticas alrededor de las costumbres, la cultura y construcciones sociales, esa reunión de perspectivas permite el desarrollo, si bien no es posible vivir en medio del victimismo en las comunidades que fueron vulneradas sistemáticamente en el pasado, es fundamental para reparar el tejido social el diálogo colectivo. Debemos llegar al punto de entender que la conciencia colectiva sólo existe cuando en medio de los habitantes de una comunidad existe el respeto y la tolerancia hacia sus diferencias. Fals Borda analizó desde su propio saber moldeado por la academia, otros saberes populares que permitieron reivindicar su propia esencia, siempre detrás de la comunicación que pueda surgir a través del ejercicio del pensamiento colectivo es satisfactorio encontrar que nacen nuevos caminos para interpretar aquello que se considera que ya está dicho. Esto refuerza la premisa de que las sociedades son un constante devenir, al igual que el ser humano en sí mismo, quien puede por medio de su mente permitirse nuevas realidades y rumbos.
La acción guiada por procesos investigativos en donde la participación se encuentre abierta en las comunidades es una necesidad que debería plantearse desde la academia en todos los procesos formativos. El conocimiento no puede encontrarse limitado a las paredes en las aulas y a llegar a los oídos de unos cuantos expertos, en esto Freire propuso siempre desde su visión de pedagogía alternativa, una perspectiva mucho más generosa de la formación académica que nos fue heredada de modelos educativos de otros continentes, el planteamiento de las aulas abiertas tiene mucho que ver con el respeto a la diversidad, el entendimiento de las raíces culturales de América latina. No es posible que en medio de tanta mezcla de corrientes ideológicas y estilos de vida tan distintos entre sí, se pretenda aún la homogeneización de los patrones que rigen a la educación.
La transformación de las comunidades y el desarrollo de las mismas sólo puede darse a través de las causas activas, esta es una afirmación que no resulta de la improvisación, sino del estudio de los resultados que se plantean desde investigaciones desde la acción participativa como la de Fals Borda con las comunidades en Montería.
Los cambios no deben ser planteados desde la comodidad del pensamiento metafísico por los estudiosos y quedarse en debates académicos que excluyen la realidad social a la que deben ser expuestos posteriormente. En diversas ocasiones la tecnificación del lenguaje impide que las comunidades participen del diálogo sobre asuntos que les atañen. Desde la visión de Freire quien también era abogado, se logra comprender que el mundo de las leyes finalmente termina siendo lejano a las causas sociales que desembocan en criminalidad, las fallas del sistema de las que se habla a nivel sociológico, son aquellas que buscan perseguir la consecuencia sin erradicar los motivos que permiten las existencia de flagelos. Esto es el pensamiento y la razón desvinculados y desconectados de los estructural, no obstante, es imposible evitar esta condición sino existe en medio de las soluciones la participación activa de las comunidades que se busca regular y proveer de desarrollo y libre pensamiento.
El recorrido de la Investigación acción participativa ha sido el de poder recibir la validación como una metodología adecuada para la inclusión de saberes y experiencias desde el contexto latinoaméricano que dista mucho de las realidades y contextos de los continentes de donde han sido planteados los métodos de investigación tradicionales. Ese reconocimiento brinda una apertura hacia el desarrollo de la sociedad y permite además que puedan acogerse grupos vulnerados históricamente para la construcción de su memoria, que no se puede dar de forma correcta sino se les hace partícipes.
Referencias Bibliográficas
Flores-Kastanis, Eduardo, Montoya-Vargas, Juny, y Suárez, Daniel H.. (2009). Investigación-acción participativa en la educación latinoamericana: un mapa de otra parte del mundo. Revista mexicana de investigación educativa, 14(40), 289-308. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662009000100013&lng=es&tlng=es
Galeano, Eduardo (1971) Las Venas Abiertas de América Latina. Editorial Catálogos.
Negrete, Víctor (2008) A la memoria del maestro Orlando Fals Borda: Bases y Desarrollo de la Investigación-Acción participativa en Córdoba (Colombia) Revista International Journal of Psychological Research, vol. 1, pp. 85-97.
Leal, Eduardo (2009) La Investigación Acción Participación, un aporte al conocimiento y a la transformación de Latinoamérica, en permanente movimiento. Revista de Investigación N º 67. Vol. 33.