Me encanta como quedó registrado para la historia, el Gran Arrogante.
El que hace ir a un sacerdote hasta su finca, el que se sienta central en la mesa en vez por lo menos darle la centralidad a su invitado. El Megalómano que no reconoce a la Comisión de la Verdad de nuestro conflicto histórico yendo hasta ella, sino obligando al propio presidente y sacerdote, en cabeza de la institución nacional, de ir hasta su finca.
El Gran Arrogante que formalmente no está, no se digna a ir a la Comisión de la Verdad, pero su ego tampoco lo deja verdaderamente quedarse al margen. Y el Gran Arrogante ahí en el centro, adecuadamente vestido de negro y forzando a un hombre de Dios a perseguirlo hasta su finca, a inclinarse con toda humildad ante su poderío que expone e impone hasta hacerle sentar por debajo de su altura y al margen suyo.
Extraordinaria foto de la humildad de quien busca la verdad y de la arrogancia de quien quiere eludirla o controlarla.
Gracias Señor Uribe por tan magnifico retrato de su alma y condición humana… Siempre pensé que los 7 caballos que usa de fondo en sus entrevistas ya dejaban traslucir su autoconcepto patriarcal de brioso corcel e imparable semental… Pero hacer ir hasta sus tierras y hacer sentar a un sacerdote buscando la verdad al lado y por debajo suyo, es mucho pero mucho más diciente.
Gracias Uribe por tan nítido retrato de su pequeñez humana para la historia.